lunes, 14 de julio de 2008

Melania Emeterio Rondón: POEMAS


ARROBADA INOCENCIA

Con los encajes de blanca espuma
hizo flores el mar
y yo, yo inocente y confundida
quise con candor abrazarme a las espumas.

Era un mar de sal, de furia y de embrujo
Me acerqué presurosa a sus encajes
y al instante ya era yo una flor de mar.

VIENTRE DESNUDO

Al pie de la escalera,
Petrificada como un
un escarabajo atrapado
en la resina

Siento a mi alrededor
un mundo crudo y desnudo,
veo luciérnagas
que tristemente danzan
como fantasmas emergidos
del río insonoro del olvido.

Languidece mi corazón en esta hora
de eternidad y de miedo
Busco en torno a mi y solo encuentro
un otoño gris escondido
entre mi vientre desnudo

FANTASMAS DEL MIEDO

Deja que mis manos ansiosas
dibujen con sangre en el aire
el fantasma de esas noches
tristes y desoladas
.Mírame temblar de espanto
cual Eva sorprendida
en las noches lúgubres
de infinitas tinieblas
y lánzame
a los abismos, allí
donde solo pueblan bandadas de
Pájaros esparciendo cenizas
Como esparcir yo quisiera
los fantasmas del miedo

CAMINAR DE ESPERANZAS

Desde la penumbra de lo incierto
guío mis pasos hacia el oculto cielo
¡Oh! Vuelo audaz de mariposas vírgenes
trázame tú la ruta de este camino angosto
Que aunque caiga mil veces
Y temor tenga
de levantarme luego
nada importa si al fin, por fin
abrevaré por siempre en el valle aquel
donde la gloria es azul
y el verde es eterno.

ENTRETEJIENDO SUEÑOS

En una noche de lluvia y de tormenta,
te vi aparecer entre las hojas
que temblorosa se abrían a tu paso
Era un viento voraz, feroz e implacable.

Frente al follaje verde e indefenso
el viento hacia temblar
los más minúsculos retoños
y en medio del temor y el desatino,
un relámpago ví
iluminando tu figura.
Eras tú, yo se que eras tú,

Estabas ensopado por el agua
que inundaba tus pestañas
Tu pelo hecho rizos ensortijados
descubrían tu faz de óvalo perfecto
dejando así tus ojos al descubierto

Si, eran dos luces, dos estrellas
bordeando la tiniebla de una noche imposible.

Eras tú, yo se que eras tú
Venías a buscarme en una noche equivocada,
noche de quimeras y de absurdos
venías con tus mano cargadas de alhelí
mis flores preferidas
Y yo salí a tu encuentro con el alma.
¡Que alegría!
Mi corazón jamás podrá describir aquel instante.

Te esperaba tanto,
tanto te idealicé en la distancia
mas, al momento de abrazarte,
quedáronse otra vez mis brazos tan vacíos
que me abracé a mi misma enloquecida
en un esfuerzo por tenerte y retenerte
al ver tu imagen desaparecer
envuelta en un relámpago

Como una realidad te vi llegar,
Y como una estrella
mas que fugaz te disipaste
Y yo quedé allí como Penélope
Tejiendo y entretejiendo así mis sueños
.

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