domingo, 8 de noviembre de 2009

Gahston Saint Fleur: Nuevo coordinador del Grupo Literario Franklin Mieses Burgos del Ateneo Insular

El escritor Gahston Saint-fleur fue designado por el Dr. Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua y Presidente del Ateneo Insular Internacional c omo nuevo coordinador del Grupo Literario Franklin Mieses Burgos. El reconocido grupo literario volverá a tener sus reuniones en el salón de conferencias de la Casa de las Academias de la calle Las Mercedes de Ciudad Colonial.
Saint-fleur, es un destacado animador cultural, educador, poeta y ensayista. Posee una Licenciatura en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y una Maestría en Relaciones Internacionales y Servicios Diplomáticos por la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), así como una maestría en Educación, mención gestión y docencia universitaria por la referida Universidad. Es Coordinador de Programas humanitarios y de Desarrollo Integral en las hermanas Repúblicas Dominicana y de Haití, con “Haitian People’ Support Proyect (HPSP)”, una Organización No Gubernamental con asiento en Nueva York, EEUU. Durante su gestión, en colaboración con Pierre Leroy fundador y presidente de HPSP en New York, conjuntamente con el equipo distribuido en ambos lados de la Isla Española, ha facilitado el intercambio entre jóvenes haitianos y dominicanos de ambos lados de la isla, en programas de corta y mediana duración, además de programas de becas a nivel universitario a beneficio de los jóvenes de los dos países. Es editorialista de la revista Machette en Montreal, Canada, . Ha ganado el premio Bon Nouvèl de Poesía en el año 1998 en Haití. Sus textos han sido publicados en la Revista del Círculo Literario El Aleph, así como en diversas páginas virtuales de literatura.
Ha participado con diversas ponencias sobre literatura en la Feria Internacional del Libro, en los encuentros del Ateneo Insular, así como en otras instituciones.

Desde hace varios años es miembro del grupo literario Franklin Mieses Burgos del Ateneo Insular, el cual estará en lo adelante bajo su responsabilidad.

Al hacer entrega formal, Valentín Amaro saliente coordinador deseó a Gahston Saint Fleur los mejores éxitos en sus nuevas funciones. Amaro fue designado por el Dr. Rosario Candelier como asesor del referido grupo literario.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El sabor de la Poesía en Nosotros

Por Dr. Eduardo Gautreau de Windt

El festival pasó, pero indudablemente ha dejado un sabor especial en todos nosotros. Un sabor agradable que perdurará como sus "Palabras en el Tiempo".

A través de la historia todas las conquistas se han logrado por dos medios fundamentales, la fuerza o la palabra. Las de la fuerza, llamadas también de la espada, han persistido menos que las de la palabra. No necesito referencias, ahí está la historia de la Humanidad, toda. Las conquistas de las palabras perduran en el tiempo, pues llegan al alma de la misma humanidad. Es ella una espada con una fuerza enorme, que traspasa barreras y derriba obstáculos. No en balde, ha sido el arma preferida de todos los "grandes" de las civilizaciones a través de todas las culturas y los distintos tiempos.


Físicamente el hombre es un ente biológico hecho de agua (70%), más allá de lo físico (metafísicamente) es un ser de palabras. En palabras pensamos, siendo nuestro pensamiento el lenguaje interior que poseemos (Gamoneda), en lenguaje nos comunicamos con los demás, dando constancia de nuestra existencia, y a través de este mismo don nos perpetuamos, trascendiendo más allá de nuestro existir cuando creamos mundos para los demás, que en palabras traspasan los tiempos. "Pienso, luego existo", dijo Descartes, consciente de que esta era la clave del existir humano, y precisamente para pensar nos es indispensables las palabras.

La palabra, cuando se viste de poesía, como nos recordó Gamoneda, "crea y revela" lo extraordinario de la existencia humana. Viene y va al alma pues a ella es que pertenece. Conmueve, interpela, cambia al ser interior para renovarse a través de la palabra misma.

Es la poesía el sublime arte de hacer con las palabras hermosura, cualidad o don exclusivo del humano, como ser pensante, creativo y absoluto dueño terrenal de la palabra. Y el arte es al alma humana al igual que el agua y el alimento al cuerpo. Es el nutriente universal para sostenerla en medio de sus tribulaciones, es el bálsamo que alivia las desventuras que la misma vida le infiere. Sirve, el arte, para restañar el “yo” tan vapuleado, a veces, por la cotidianidad. Es, a la vez, tabla de salvación y alas para remontar por encima de las tormentas que pueden hacer naufragar la esencia de cada cual en el diario vivir.

La poesía, por medio de las palabras saca del interior lo mejor del ser y lo pone como regalo a los demás. Estimula el pensar, desarrolla el lenguaje, revive la sensibilidad en todo humano. Es un excelente medio de cultivar y educar a los demás. Todo aquel que es “regado” con poesía es una persona distinta, con menor tendencia a la violencia, más inclinada a las “cosas” de la “mente”, más sutil, más humana...

Aprovechemos, adecuadamente, este nuevo impulso poético que nos dejaron esos ilustres visitantes “alados”, labremos, ahora el verdadero legado que nos debe dejar el II Festival de Poesía de Santo Domingo, gracias a su éxito, que es, a mi juicio, utilizar la poesía como ente de un pensar y un hablar por la excelencia. La poesía como “arma” para mejorar poco a poco a todos los que nos rodean. En nuestras casas, en las escuelas, en las Universidades, en las instituciones y en las calles. Porqué, como dijo García Lorca, ella está en las calles y pasa a nuestro lado, y aunque sea un soñador, pues soy poeta, creo como Gamoneda, que la poesía puede trasformar a las personas y si, chin a chin, logramos esto algo aportamos para el cambio de nuestra humanidad. Moramos, al transcurrir nuestras vidas, en ese empeño y no habremos de vivir en vano.

El autor es médico y escritor

martes, 27 de enero de 2009

Jesús Alcedo Sánchez: RECAÍDA


Este cantar amargo
que mi angustia arrea
estas viejas limitaciones
que me arrastran descontroladamente
impidiéndome encontrar mi posición
donde la vida duela menos
y mi verguenza no se acreciente.
Este llanto que se cuaja en mi memoria
este estólido andar
sobre un abismo
estas ansias inmensa
de no ser yo mismo
de no ser tú
de no ser él, ni nosotros
este escabullirme a diario
preguntándome
"qué será este esperar sin esperanza"
este amargo consecuente y solidario
si hasta el cielo que me diste por alianza
también se está cayendo
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Jesús Alcedo Sánchez, es poeta y miembro del Grupo Literario Franklin Mieses Burgos del Ateneo Insular. Posee estudios avanzados en Arquitectura y un destacado gestor cultural.

martes, 6 de enero de 2009

Pedro José Gris: Microcuento



El hombre saca la foto y enseña la imagen de su hijo de siete años.
—No hay nada que yo quiera más en el mundo que esta criatura. Todos los saben. Hasta la psicóloga que nos está tratando—


lunes, 29 de diciembre de 2008

Manuel Salvador Gautier: URÍAS (Cuento)


Santa Biblia, 2 Samuel, cap. 11, vers .13, 14
13. Y David lo convidó (a Urías) a comer y a beber con él, hasta embriagarlo. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos del señor; mas no descendió a su casa.
14. Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano de Urías.

Ganador del Segundo Premio, Sección Narrativa del Primo Premio “Città di Viareggio Il Molo”, patrocinado por la Editora Il Molo, en Viareggio, Italia, traducción al italiano de María Antonietta Ferro.

Yo, Urías heteo, soy un hombre de bien. Un soldado. Pertenezco al cuerpo de caballería del ejército de la casa de Israel. En ocasiones, he guiado una carroza, aunque este artefacto de guerra no es mi fuerte; me siento más cómodo encima del caballo. He engrosado las primeras filas de muchas batallas, dispuesto a morir por la magnificencia de nuestro rey David, la supremacía del Arca de la Alianza y la gloria de los pueblos de nuestro Dios Jehová. He salido ileso todas las veces que entré en combate, si se descartan las heridas de jabalina y de flecha que recibí, sin que me impidieran seguir adelante, y que fueron tratadas y sanaron en un tiempo prudente. Las llevo con orgullo. Siempre me defendí con denuedo; nunca me sorprendieron desprevenido. Mis compañeros de armas me consideran un hombre de suerte. Y, quizás, lo he sido… Hasta ahora.

En este momento, salgo del palacio de nuestro rey David en Jerusalén, después de una reunión con él, y llevo conmigo un mensaje del Rey al jefe militar Joab, al frente de las huestes que asedian a Rabá, la ciudad real de los amonitas. Como en otras ocasiones recientes en que nos hemos visto, en esta reunión el Rey me trató con tacto y tuvo conmigo muchas atenciones. Mientras tomábamos de un vino exquisito y comíamos frutas deliciosas de una enorme fuente delante de él, el Rey proclamó su admiración por los siervos que, como yo, han demostrado absoluta lealtad a su persona y al Dios Jehová. Considera el Rey que un ejército formado por hombres de ese tesón, difícilmente pierde una campaña. Le creo; estoy de acuerdo. Sólo que yo sé la razón que lo mueve a hacer este tipo de comentario que me favorece. Le respondí que, en el ejército, son muchos los siervos con mis virtudes que darían sus vidas por él y por el Dios Jehová; y añadí que sus siervos lo consideramos el más grande conquistador que hayamos tenido jamás, por propiciar la ocupación de territorios que producen enormes riquezas para los pueblos de Israel y de Judá, de manera que estos se sientan, realmente, los pueblos elegidos del Dios Jehová. El Rey sonrió conmovido; le gustan las lisonjas; es humano, como lo somos todos nosotros. Es, además, inhumano, como también lo somos todos.

Cuando, hace apenas unos días, nuestro rey David dio instrucciones al jefe militar Joab de enviarme a Jerusalén, yo conocía el motivo. Aquellos que permanecen en nuestras poblaciones no tienen idea de lo rápido que llegan al campo de guerra las noticias de lo que ocurre por allá, y más aún, tratándose de algún escándalo provocado por el Rey. Entre los oficiales y los soldados, la comidilla palaciega más reciente era la historia de la mujer que se bañaba en la azotea de su casa y que el Rey divisó desde una ventana alta de su mansión, la mandó a buscar y la poseyó. Hasta yo me reí cuando la oí contar, dispuesto a celebrar las aventuras del hombre mujeriego que es nuestro Rey. En un momento dado, me di cuenta que la historia de la mujer en la azotea tenía que ver conmigo. Nadie me trató la relación; noté, tan sólo, que, después de comentado el chisme por primera vez delante de mí, ninguno de los compañeros a mi alrededor estaba dispuesto a compartirlo conmigo de nuevo. Hablé con el oficial a cargo del correo, un viejo amigo de muchas lides; él había estado en Jerusalén últimamente y debía saber todos los detalles del caso. Le expuse mi inquietud. “¿Quién es la mujer? ”, le pregunté, sin más rodeos. El amigo me dio el nombre y me dijo más, me informó que la mujer estaba encinta del Rey. Me recomendó prudencia. Era Betsabé, mi consorte.

No es la primera vez que Betsabé me traiciona; pero, al menos, las otras veces lo hizo con sujetos que pude eliminar. Yo disimulaba una ofensa cualquiera con el individuo en cuestión para provocar un duelo que yo siempre ganaba, pues soy un adversario imbatible. Si esto no era conveniente, yo pagaba sicarios para que despacharan al individuo lejos de mi casa, de manera que no cayeran sospechas sobre mi familia, especialmente, sobre Betsabé. Así limpiaba mi honor.

Esta vez era inadmisible adoptar una de esas opciones, pues el Rey, para un soldado, es intocable. Además, nuestro Rey David está muy bien custodiado. De hecho, las veces que estuvimos juntos en su palacio había varios miembros de su escolta muy cerca de nosotros; cualquier movimiento extraño que yo hiciera, me inmovilizaban.

Yo, Urías heteo, soy un hombre de bien. Un soldado. Admito que, para ser un regicida, hay que convertirse en un rebelde que desafíe la autoridad del Rey, y yo no lo soy. Siempre obedeceré las órdenes de guerra que se me den. Las órdenes de guerra, no las artimañas para engatusarme.

He pensado mucho en Betsabé. La considero una mujer de grandes recursos, fuera y dentro de la cama. Hay algo que la favorece enormemente: ella se mantiene siempre muy hermosa. Agrada volver del campo de guerra, donde lo que aparece para entretenerse son esclavas o prostitutas que, realmente, no dan gusto, y llegar a nuestra casa para encontrar a una mujer que se prepara tan sólo para dar placer y que produce sensaciones y reacciones carnales que sorprenden y deleitan. Creo comprender qué fue lo que la motivó a proceder como lo hizo. Pienso que Betsabé se aburría sin ningún hombre a quien atender. Averiguó que el Rey estaba en la ciudad, lo cual no es muy frecuente; y se propuso conquistarlo. Todos en Jerusalén saben que el Rey se asoma a contemplar lo que ocurre en las calles desde la ventana más alta de su palacio; Betsabé definió su objetivo contando con esto. Posiblemente, ella se bañó en la azotea de nuestra casa dos o tres veces al día, esperando que, en una de éstas, el Rey la divisara. Estoy seguro que no eran simples baños, sino verdaderos despliegues de un cuerpo femenino al desnudo, en contorsiones de danzas eróticas, para deslumbrar al hombre más timorato. Fue una meta muy osada, que ella logró. Luego, para permanecer al lado del Rey, consiguió que éste la fecundara. El Rey siempre ha sido consecuente con las mujeres que le dan hijos, aunque no a todos ellos los reconozca como tales. Para mantener las apariencias frente a los ancianos de las tribus, especialmente, ante el profeta Natán, había que simular que el hijo de Betsabé no procedía del Rey, y esta consideración me afectó de manera directa, pues, supuestamente, yo debía ser el padre, lo cual era imposible, pues, mientras Betsabé y el Rey se revolcaban, yo estaba en el campo de guerra. Ciertamente, Betsabé no pensó en mí en todo este asunto. Ella nunca piensa en mí cuando decide enredarse con otro hombre.

Había una manera sencilla de salir del embrollo. Yo sólo tenía que acostarme con Betsabé tan pronto llegué del campo de guerra, sorprenderme cuando ella me dijera, un mes después, que estaba embarazada, y dejar que ella y el Rey siguieran sus relaciones, sin estorbarlos; pero no pude hacerlo. No pude acatar el plan de un Rey desvergonzado que toma las esposas de sus soldados mientras estos despliegan las tiendas de la casa de Israel frente a sus enemigos y entran en combate, defendiendo el Arca de la Alianza y los pueblos del Dios Jehová. Un Rey así no merece respeto ni consideración como persona. Hice todo lo contrario a lo que él esperaba de mí. Me di ese gusto; aunque sea el último que me dé en la vida. Soy un marido engañado que rehusa entenderse con el hombre que lo engaña; pero que, como soldado, obedecerá las órdenes militares del Rey.

El rey David trazó un plan muy sencillo contra mi honra. Me llamó a su lado; me hizo creer que yo era el portador de importantes noticias del campo de guerra; me preguntó por detalles sobre las defensas del enemigo en Rabá, la ciudad real; requirió mi opinión sobre cómo combatirlas; dio suma importancia a mis observaciones, y redactó unas notas que supuestamente haría llegar a nuestro jefe militar Joab, relacionadas con lo que yo había recomendado. Luego me despachó. “Desciende a tu casa, y lava tus pies”, me dijo. Al salir, recibí un presente de la mesa real. El Rey inflaba mi orgullo y llenaba mi bolsillo. Yo debía correr donde Betsabé y poseerla; pero yo estaba predispuesto. En vez de seguir el plan del Rey, dormí a la puerta de su palacio, en una de las camas asignadas a las tropas de la guarnición. Cuando el Rey lo supo, me llamó de nuevo y me preguntó la razón por la que no había descendido a mi casa. Le respondí muy sencillamente, y, creo que contundentemente. Dije: “El Arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar a mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que no haré tal cosa”. Temí, por un momento, que el Rey se enfureciera con mi respuesta. No fue así. El Rey me miró con una sonrisa en los labios, llamó a un soldado de su escolta, le dio unas instrucciones al oído, entonces giró hacia mí y me ordenó permanecer en Jerusalén unos días más, para, luego, despacharme a Rabá, la ciudad real, con órdenes bélicas frescas para el jefe militar Joab. Su plan ahora era embriagarme, para enviarme borracho a mi casa, y, habiendo yo poseído o no a Betsabé, propagar que yo la había fecundado. Esta artimaña no funcionó. El Rey podía inducirme a tomar todo el vino que él quisiera, que yo estaba preparado para aguantarlo y ver caer a mi lado, uno por uno, a los que me acompañaban, incluyendo al propio Rey. En el ejército hacemos apuestas al que más cantidad tome, de vino o de cualquier otro licor; los despliegues de borrachos no nos hacen mella. A mí, el exceso de copas me coge con pelear. Cada vez que uno de los miembros de la escolta del Rey, creyéndome totalmente embriagado, intentaba cargar conmigo y llevarme a la fuerza a mi casa, yo me resistía y lo frenaba. Consciente o embriagado, soy un combatiente invencible. Cuando terminó la escancia, me acosté de nuevo en una de las camas a la puerta del palacio.

Finalmente el Rey desistió de su plan, y aquí estoy, portador de un mensaje suyo al jefe militar Joab. He decidido abrirlo para comprobar si contiene lo que presumo. Al Rey no le queda más remedio que mandarme a matar; de otra manera, jamás podría hacer suya a Betsabé y convertirla en una de sus esposas, la única alternativa que tiene para disminuir el escándalo y seguir poseyéndola sin mayores inconvenientes.

Trato de calmarme. Leo.
Efectivamente. El mensaje instruye al jefe militar Joab a tomar una medida de guerra que significa mi eliminación física. Dispone iniciar el asedio final a Rabá, la ciudad real, y añade, muy escuetamente: “Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera”. Del contenido de este mensaje, me consuela y enorgullece, a la vez, que el Rey ponderó algunas de las recomendaciones que le hice y ordena al jefe militar Joab que las ejecute.

Con este mensaje, mi suerte está definida. Haré lo que tenga que hacer. Si he estado dispuesto, durante todos estos tiempos, a morir por nuestro Rey David, por la supremacía del Arca de la Alianza y por los pueblos de nuestro Dios Jehová, ahora es preciso que esté dispuesto a morir por mí mismo, por una causa absolutamente mía: por mi integridad y por mi honor.

Yo, Urías heteo, soy un hombre de bien. Un soldado. En el próximo avance sobre Rabá, la ciudad real, cumpliré con la orden de nuestro Rey David. Acepto la muerte en combate que propone. Es la que me corresponde. Penetraré a galope por entre las huestes amonitas y repartiré golpes y lanzazos hasta que mis brazos no puedan más. Avanzaré hasta el pie de las murallas, al alcance de las flechas enemigas, y entonces, sin titubeos, mostraré mi pecho desnudo para que una, o más, de estas flechas penetre en mi corazón. Sólo así dejaré de ser invencible. Caeré en batalla; pero nadie podrá enrostrarme que prevariqué ante el Rey, aceptando un plan que me haría miserable por el resto de mis días. Moriré con honor y dignidad, y seré respetado por los siglos de los siglos como un hombre que fue engañado, mas que actuó dignamente.

Mi último deseo es que el hijo del rey David, nacido de Betsabé, sea escogido, algún día, heredero a la corona de entre los tantos hijos del Rey, y pueda gobernar la casa de Israel con justicia y con honor, por la magnificencia de nuestro Rey y la gloria de los pueblos de nuestro Dios Jehová. Así, mi sacrificio tendrá sentido. Para ello, confío en las intrigas de Betsabé, que sabrá poner a su hijo en confinamiento hasta que se dé la ocasión propicia para promoverlo; también en la voluntad de nuestro Rey David de mantenerse con vida y en usufructo del poder hasta que la vejez lo aniquile, por lo cual ha eliminado ya y eliminará a todos los que pretenden suplantarlo, sean estos sus hijos, sus siervos o sus enemigos.

Santa Biblia, 2 Samuel, cap. 12, vers. 24
24. Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová”


Puerto Plata, Ateneo Insular, Febrero de 2005

Publicado en español en
El Ideal Interiorista, Teoría estética y creación literaria
Antología de Bruno Rosario Candelier
Ateneo Insular, Moca, República Dominicana
2005

Publicado en italiano en Antologia 2005
Narrativa —Poesia
1° premio Città de Viarreggio Il Molo
Prima edizione * Edizione Il Molo, 2005
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lunes, 25 de agosto de 2008

Quisqueyano en el Palacio Pasquini

El Palacio Pasquini, en Castiglioncello, Italia, fue hace mucho tiempo residencia de personajes, hoy es un centro cultural de la Region Toscana, importantisimo. El director del Departamento Cultural del Ayuntamiento de Rosignano Marittimo, Doctor Patrizio Andreoli, tuvo la gentileza de permitirnos participar en el Encuentro al Castillo de este año. Maria Antonietta Ferro, la hada madrina de la literatura quisqueyana tuvo la responsabilidad de organizar y presentar mis obras: estas fueron sus palabras.

Señoras y Señores, muy buenas tardes y gracias por participar en este acto.
Soy Maria Antonietta Ferro, traductora literaria y también escritora. Mi tarea, en este encuentro literario, es presentar, interpretar, respaldar, promover... finalmente poner en circulación la obra del escritor que nos honra hoy con su presencia.


Es un inmenso placer y una oportunidad excepcional para nosotros estar incorporado en esta manifestación literaria llamada “Encuentros al Castillo”, en este escenario maravilloso. Nuestro agradecimiento va al Ayuntamiento de Rosignano para habernos permitido estar aquí hoy y presentar al publico algo totalmente nuevo. Nunca antes se había presentado en esta manifestación de caracter nacional a un escritor estranjero. Hoy tenemos a uno que llega de muy lejos, quien ha cruzado el Atlantico para encontrarse con nosotros esta tarde. Una voz original, intensa, llena de colores, emociones, perfumes como la tierra desde donde llega: la República Dominicana. Desde el Mar del Caribe hacia el Mar Tirreno. Por primera vez en Italia presentamos hoy a Miguel Solano y su obra que tuve la dicha de descubrir, traducir y publicar gracias al empeño del la Editorial Giovane Holden de Viareggio.


Desde hace tres años me dedico a la literatura dominicana y ya varios libros han sido publicados en Italia. El Profesor Bruno Rosario Candelier, Presidente de la Academia Dominicana de la Lengua y Fundador del Movimiento Interiorista, al felicitar a Solano por su viaje en Italia, le dijo que iba acompañado por la “hada madrina” de las letras dominicanas. La hada madrina parece que soy yo... Gracias al Profesor Bruno Rosario Candelier por este título lleno de ternura y sentimiento que me ha regalado.


Tiene un significado especial la puesta en circulación de la obra de Solano en el mismo año en el que el prestigioso Premio Pulitzer fue otorgado a un escritor dominicano, Junot Díaz. Eso significa que mi decisión de descubrir y dar a conocer la literatura de este País fue lungimirante y, sobre todo, que la República Dominicana empieza de verdad a ser conocida en el mundo gracias a algo que no sean sus bellísimas playas y su música que te envuelve aunque no sepas bailar.


Ojalá esta coincidencia sea auspiciosa para Solano... ¡quizás le toque a él también un premio!
Nuestro deseo, nuestro ambicioso objetivo, es exactamente contribuir al descubrimiento y a la difusión de destacados escritores dominicanos, a quienes ententamos dar voz aquí en el viejo mundo. Uno de ellos está ahora a mi lado, está frente al publico de Castiglioncello, quien pronto oirá de verdad esa voz de Quisqueya.

Miguel Solano es un personaje poliédrico: escritor, poeta, y también economista y político. Es fundador y presidente de la Asociación Quisqueyana de Intelectuales, Miembro Correspondiente de la Real Academia Española en República Dominicana y dirigente del Movimiento Interiorista, el más importante movimiento literario dominicano fundado y encabezado por el Profesor Bruno Rosario Candelier; Solano colabora también como opinionista con el periodico digital DominicanosHoy.com

Solano es autor de 16 libros, entre los cuales algunos han sido traducidos y publicados en los Estados Unidos, y ahora conquista el viejo continente con tres obras traducidas al Italiano: Dos novelas – Las lágrimas de mi papá y La sagrada familia - y un poemario - Yo soy la imagen.
Él se presenta bajo tres facetas: la de autobiografo, de novelista y de poeta. No fue facil eligir a cual de las tres obra dar la precedencia en la presentación de hoy. Las tre son interesantes, literaria y estilisticamente hablando. Al final optamos por Las lágrimas de mi papá pues, además de su valor literario, este texto nos proporciona una representación autentica de la temporada historica entre el final de la dictadura y el nacimiento de la democracia.

A través de los acontecimientos de la vida de Solano niño, de Solano adolescente, de Solano hombre, a través de la historia de su familia, dentro de tres generaciones, conocemos la realidad dominicana de esa region llamada El Seibo, donde se encuentra el pobladito de San Miguel. Allí se desarrolla la historia, y en ese lugar encontramos la realidad real de la vida en los cañaverales, los problemas de los trabajadores de los ingenios azucareros, teatro de sudor y sufrimiento, pero también cuna de grande solidariedad humana, tipica de la gente de Quisqueya, tanto entonces como ahora.

Solano escribió este libro como regalo de boda para su hijo, para que él guarde la memoria de su familia, de su país de origen. En el mismo tiempo él ha echo un regalo a todos los que van a leer su libro, pues en ello descubrirán una realidad nueva, encontrarán personajes característicos, encantadores, hechiceros.
De mi parte, la traducción de este libro, al que yo sé que Solano tiene particular cariño, y de los dos demás que vamos a presentar, es mi regalo para sus cincuenta años, recien celebrados (se puede decir la edad de un hombre, ¿verdad?): ¡felicidades, Solano! Tener tres libros traducidos como regalo de medio siglo de vida creo que sea algo que uno dificilmente pueda olvidar...

Para concluir, unas palabras sobre los dos otros textos recien publicados en Italia: La sagrada familia y Yo soy la imagen.

“La sagrada familia” es una novela que nos cuenta las intrigas amorosas y de poder, los vicios secretos y conocidos de una familia que, a pesar de todo, constituye una fortaleza defendida a cualquier cuesta por sus integrantes. La fuerza de la escritura de Solano está en su capacidad de hundirse en cada personaje, describir las mismas cosas, los mismos hechos, desde diferentes puntos de vistas, ofreciéndonos de esta forma la descripción de la realidad en sus varias matices.
Sobre el poemario Yo soy la imagen podría habla hasta el infinito. Pero el tiempo es tirano. Solo quiero decir que en este poemario se concentra el arte de escribir de Solano, quien en la poesía expresa su talento en la forma mejor, en la mejor forma. Leeremos algunos poemas en dos voces, para que usteden puedan gozar el ritmo, la armonia, la belleza del verso en su idioma original, para después escuchar la metamórfosis en el idioma de la traducción. Estoy segura que esta será una experiencia muy emocionante.

Y por fin dejo la palabra a quien de verdad le toca, a Miguel Solano, protagonista de esta tarde literaria bajo el signo de la conocencia de un mundo nuevo.

Gracias.

Castiglioncello (Livorno), 21 de Agosto de 2008 – a las 6 de la tarde.
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domingo, 10 de agosto de 2008

VERANO LITERARIO ITALIANO BAJO EL SIGNO DE LA OBRA DE MIGUEL SOLANO














Tres es el número perfecto. Y exactamente tres son las obras con las cuales el escritor y poeta dominicano Miguel Solano se presentará al público italiano al final de este mes de agosto: dos novelas (La sagrada familia y Las lágrimas de mi papá) y un poemario (Yo soy la imagen), todos traducidos al italiano por Maria Antonietta Ferro y publicados por la Editorial Giovane Holden de Viareggio.

Estos tres libros representan perfectamente la poliédrica personalidad de su autor, quien es excelente narrador y sublime poeta y parece auspicioso que se pongan en circulación en el mismo año en que el prestigioso Premio literario Pulitzer ha sido otorgado a un escritor dominicano.
Solano viajará a Italia y hará un recorrido en varias ciudades, presenciando las actividades de puesta en circulación de su obra traducida.

La agenda de los encuentros prevé las etapas siguientes:

21 de agosto a las 6 de la tarde: Castiglioncello – (Livorno) Castello Pasquini – en el ámbito de la Manifestación literaria “Encuentros al Castillo” organizada por el Ayuntamiento de Rosignano Marittimo. En el magnífico escenario del Castillo Pasquini, en una loma que domina el Mar Tirreno, el público italiano oirá por primera vez la voz de este destacado creador y tendrá la oportunidad de disfrutar su prosa y su poesía.
23 de agosto a las 21 de la noche - Lucca - Villaggio del Fanciullo – Encuentro con los huéspedes de la estructura educativa “Pueblo de los jóvenes” y con la ciudad de Lucca.

26 de agosto a las 4 de la tarde - Torre del Lago - Bagno "Andrea Doria" - Bachata y libros a la orilla del mar - 29 de agosto a las 10 de la noche - Viareggio – Grand Hotel Principe di Piemonte – Encuentro literario organizado por el Ayuntamiento de Viareggio -

2 de septiembre a las 8 de la noche- Lucca - Restaurante “El lobo y el Poeta” - Cena literaria organizada en colaboración con el Instituto de Estética “Figurella”.

5 de septiembre a las 10 de la noche - Viareggio - Cittadella del Carnevale - Encuentro literario organizado por el Ayuntamiento de Viareggio -

6 de septiembre a la 6 de la tarde - Senigallia (Ancona)– Puesta en circulación el la Libreria Iobook -

Nunca antes había ocurrido que se publicara contemporáneamente la traducción de tres libros del mismo autor. Gracias al empeño de Maria Antonietta Ferro y de la Editorial Giovane Holden, Solano será presentado en Italia bajo tres de sus facetas literarias: como narrador de fiction, autobiógrafo y poeta.

La presencia de Solano en Italia se enmarca en la actividad de promoción de la literatura dominicana que Maria Antonietta Ferro desarrolla exitosamente desde hace tres años. En el mes de septiembre de 2005 cuatro escritores dominicanos ganaron premios al concurso “Ciudad de Viareggio”: Avelino Stanley fue el ganador del primer premio de cuentos, con el cuento Piel acosada y Manuel Salvador Gautier del segundo premio con el cuento Urías. En la sección poesía del mismo concurso, el tercer premio tocó a Aléxis Gómez Rosa con el poema Ferryboat de una noche invertebrada y el poeta Guido Riggio Pou obtuvo una mención especial. En el mes de septiembre de 2007 el concurso de traducción "Le mie parole altrui" vio ganador de la sección poesía al poeta Jaime Tatem Brache y en este mismo concurso Miguel Solano resultó finalista en la sección cuento con “Mi madre y la violencia”, que llegó cuarto.

Hasta la fecha, se han publicado ocho libros de autores quisqueyanos traducidos al italiano por Maria Antonietta Ferro: Chat, por Pedro Camilo, Al fin del mundo me iré, por Avelino Stanley. Voces de Quisqueya, antología de cuentos de doce escritores dominicanos, El asesino de las lluvias, por Manuel Salvador Gautier, Rituales de la lluvia, por Jaime Tatem Brache, Yo soy la imagen, La sagrada familia y Las lágrimas de mi papá, por Miguel Solano, además de las obras ganadoras de los concursos.

Cuentos de Avelino Stanley, Miguel Solano y Pedro Camilo han sido publicado en la Revista de la Universidad de Udine “Estudios Latinoamericanos”, dirigida por el Profesor Mario Sartor. En el próximo numero de esta revista, que saldrá en diciembre 2008, será publicado un ensayo escrito a cuatro manos por Miguel Solano y Maria Antonietta Ferro, titulado “Aspetti della letteratura dominicana contemporanea. Generazioni e movimenti: dai confini nazionali al globale ”(Aspectos de la literatura dominicana contemporanea. Generaciones literarias y movimientos: desde los confines nacionales hacia el global).

El viaje de Solano a Italia y la presentación de su obra representan una oportunidad excepcional para los lectores italianos, que podrán conocer en vivo una de las más destacadas voces de Quisqueya y valorar un aspecto de la producción literaria de un País que todavía tiene mucho para descubrir.

Lucca, 03.08.08, Maria Antonietta Ferro

http://www.holanuevomundo.blogspot.com/
http://www.ferrotraduzioni.it/

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