martes, 29 de julio de 2008

Manuel Salvador Gautier: Dios en el Verbo, o, por qué acumular palabras en el diccionario

El ánfora del lenguaje. Temas y estudios lexicográficos
del Dr. Bruno Rosario Candelier

por Manuel Salvador Gautier
Ateneo Insular
26 de julio de 2008, Constanza

En los primeros párrafos de su libro El ánfora del lenguaje. Temas y estudios lexicográficos (1), en el ensayo titulado “Introducción. La palabra en su dimensión creadora”, el Dr. Bruno Rosario Candelier, Premio Nacional de Literatura 2008 y Director de la Academia Dominicana de la Lengua, justifica el predominio del lenguaje sobre las otras manifestaciones del hombre, basado en el primer libro de la Biblia, “Génesis”, donde Dios crea el universo con la orden “Hágase la luz”, y la luz se hizo. Es el concepto de un Dios antropomorfo que luego se hará hombre en la forma de su hijo, Jesús. Con la palabra, ese Dios crea universos, luz, todo lo que está sobre, dentro y alrededor de la tierra. Ese Dios da, también, al hombre la potestad de nombrar las cosas que Él ha creado, y así el hombre llama “cielo” al cielo, “agua” al agua, “relámpago” al relámpago. Es una potestad que el hombre aprovecha para realizar la más grande creación de su sensibilidad espiritual: el lenguaje. Porque no sólo con nombres se consigue la identificación de las cosas, hay que aunarlos a la acción, al hecho de que el hombre se mueve, actúa, y, por lo tanto, se hace imprescindible el verbo. Por otra parte, también es necesario describir, puntualizar esta acción; y con el verbo, viene otro requerimiento: el predicado, la identificación del asunto sobre el cual el nombre y el verbo actúan. Y así, queda formado el lenguaje. Un lenguaje, que según nos propone Rosario Candelier, es creador, no sólo por identificar las cosas, sino por actuar sobre ellas. Y no sólo por actuar sobre ellas, sino por pensar sobre ellas, por trascenderlas.

Rosario Candelier expresa: “La palabras es ordenamiento y vida, energía y poder: convoca al ser, anuncia su existencia, insufla el aliento que da forma y existencia a lo existente” (p. 1). De esta noción, podríamos inferir que sin el lenguaje las cosas no existieran, y es así: no existieran para el hombre, porque sin las palabras el hombre no podría comunicarlas a los demás y serían solamente visiones coyunturales de una experiencia aislada. Y es aquí donde entra la grandeza de la palabra, de su grandeza para el hombre. Pues es a través de la palabra que el hombre puede comunicarse con los otros hombres.

En algunos animales, la comunicación se hace con gestos; en otros, con olores; en otros más, con colores. El hombre lo apostó todo a la palabra, al lenguaje. Con la palabra incidió en los otros hombres; con la palabra creó para los otros hombres; con la palabra se organizó junto a los otros hombres; con la palabra peleó con los otros hombres. En un momento dado la palabra se convirtió en un impedimento a su superación espiritual, y, en la Torre de Babel, con la palabra, Dios aisló al hombre, obligando a cada grupo a usar un idioma distinto. He aquí la fuerza de la palabra. Rosario Candelier puntualiza: “Somos el soplo viviente que hace realidad el potencial que encierra nuestro aliento, de modo que el hablante puede hacer que las cosas sean como su designio sonoro y elocuente. Si Dios hace que las cosas sean, como dijera Pierre Teilhard de Chardin, si el Verbo hace realidad lo que nombra, el lenguaje canaliza la llama divina de la creación. Quiero subrayar y repetir esa afirmación. El lenguaje canaliza la llama divina de la creación. Por eso los escritores amamos el lenguaje, porque con él convocamos el poder creante que Dios insufló en nuestra sensibilidad profunda. La palabra se impregna de poder cuando la dotamos de amor, entusiasmo y un sentido humanizante y trascendente” (p. 4).

Con este concepto de la palabra, creativo y prodigioso, universal y espiritual, en su libro “El ánfora del lenguaje. Temas y estudios lexicográficos”, Rosario Candelier nos presenta un compendio de lo que constituyen los elementos más importantes de un lenguaje particular, el español, como ha sido establecido a través de los tiempos en su lugar de origen, España; como se difundió eventualmente en América y otros continentes; y como lo hablamos los dominicanos.
Sobre el título del libro, hay que aclarar que “ánfora”, para Rosario Candelier, tiene por lo menos, dos acepciones: el receptáculo interior de nuestro espíritu, donde subyace la palabra, o sea, “el Verbo encarnado en todo lo existente” (p. 4), y el atesoramiento, “en singular efluvio de aliento, gracia y luz”, de la genialidad de una estirpe. De aquí que en la mayoría de los ensayos que se presentan en el libro, el lenguaje será tratado con esta característica dual: la de la espiritualidad del hombre con la cual trasciende su naturaleza primitiva y la del legado verbal que adopta para dar a comprender esta espiritualidad (p. 4), o sea, la del cúmulo de palabras que se organizan con principios teóricos para la composición de un diccionario, en nuestro caso, el del idioma español.
Son muchos y variados los temas y estudios lexicográficos que aparecen en este libro. Sin embargo, los treinta y seis trabajos publicados pueden clasificarse en seis temas básicos. A continuación se desglosan estos temas:

PRIMER TEMA: LAS ACADEMIAS

En el primer tema el autor trata sobre la Real Academia de la Lengua Española y la Academia Dominicana de la Lengua, sus constituciones, sus objetivos, sus historiales y las demás informaciones que determinan su papel en el mantenimiento y salvaguarda del idioma español. En el caso de la Real Academia, del idioma español en el mundo de habla hispánica, y en el de la Academia Dominicana, del idioma español como lo hablan los dominicanos.
Sobre este tema, Rosario Candelier nos dice: “La Academia Dominicana de la Lengua (ADL), correspondiente de la Real Academia Española (RAE), se estableció en Santo Domingo el 12 de octubre de 1927, y desde su fundación comparte la misión que por mandato real le fuera consignada a la RAE y en tal virtud colabora en las tareas que realiza la Corporación de Madrid centradas en el estudio de nuestra lengua y el cultivo de las letras para cuidar su esencia originaria, impulsar su desarrollo y alentar el cauce creativo del genio idiomático, asegurando su cohesión y su vigor” (p. 9).

SEGUNDO TEMA: EL LENGUAJE

En el segundo tema el autor trata sobre aspectos intrínsecos al lenguaje, tales como la expresión de conceptos a través del lenguaje, la sensibilidad y creatividad en los cuales el hablante (o escritor) debe imbuirse, y la organización de este lenguaje para darle características de prosa o de poesía. Se analiza el lenguaje de la creación poética en general y, más especializado, el lenguaje de la lírica mística. Se particulariza sobre el lenguaje de la mujer en la creación poética.
Sobre este tema, Rosario Candelier nos dice: “El lenguaje es la expresión de la sensibilidad, que en tanto potencia para sentir y expresar lo que captan los sentidos, concita la creación que da cuenta de cuanto atrapa la intuición. Por tanto hay un estrecho vínculo asociativo y operativo de correspondencia y creatividad entre el arte de la palabra y el genio de la intuición.
“Partiendo del criterio de que el hablante expresa lo que piensa mediante la expresión de conceptos, que los poetas traducen en imágenes, esa manera de expresarse establece una distinción entre la comunicación discursiva y la poética, dos vertientes fundamentales de la producción lingüística” (p. 43).

TERCER TEMA: EL USO DEL LENGUAJE POR ESCRITORES EXTRANJEROS

En el tercer tema el autor trata sobre el lenguaje utilizado por personajes literarios e históricos en España y América Latina. Con una visión muy singular, se analiza el Diario del Almirante Cristóbal Colón, y se propone que la lengua es utilizada por éste para convertirla en alcahuete del Imperio Español. Considera el lenguaje utilizado por Cervantes en El Quijote como factor integrador del idioma español. Propone que, en La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca enseña que nuestra actitud modifica la percepción de la realidad. Pondera el desarrollo de la conciencia lingüística que aparece en la obra de Gabriel García Márquez, con la “valoración de la lengua como instrumento de representación, de expresión y de creación literaria” (p 350).
Sobre la trascendencia de El quijote en la lengua española, Rosario Candelier nos dice: “…la prosa novelística de Cervantes ha figurado en la estimación de escritores y filólogos de España y de Hispanoamérica, así como de otras lenguas y culturas, como la más cabal narración reveladora del sentido de los hispánico, desde la gestación de la lengua, expresado en la caracterización de sus tipos y personajes, en la descripción de las circunstancias de la vida humana, social y cultural de la época, en la confrontación de propuestas e ideales mediante recursos ironizantes y la ponderación de aventuras y pasiones. En sus reflexiones derivadas de profundas intuiciones, con parlamentos sobre asuntos concernientes a los príncipes o gobernantes o en planteamientos sobre el mundo de las letras y de las armas, tan propio de su tiempo, aflora el escritor consumado, el purista del lenguaje, el prosador elocuente que hace de la palabra y del saber una presencia representativa de la cultura humanística y renacentista de la época” (p. 98).
También señala: “La literatura se nutre de hechos y vivencias y por tal razón es una valiosa fuente para conocer la realidad, la pasada y la presente, la cercana y la lejana, la real, la imaginaria, la trascendente. Las obras literarias de Miguel de Cervantes, Pedro Calderón de la Barca y San Juan de la Cruz se corresponden, sucesivamente, con esas tres variantes de la realidad y nos proporcionan una descripción, una interpretación y una valoración de los rasgos caracterizados para que accedamos a un nivel de comprensión más vasto y profundo” (p. 111).

CUARTO TEMA: EL USO DEL LENGUAJE POR ESCRITORES DOMINICANOS

En el cuarto tema el autor trata sobre el lenguaje utilizado por personajes literarios e históricos dominicanos. A Pedro Henríquez Ureña, lo propone como paradigma intelectual de las letras dominicanas (p. 115). Sobre Joaquín Balaguer, estima que inaugura la crítica retórica en nuestras letras (p. 126). De Rafael González Tirado entiende que su preocupación por la etimología de las palabras indica que ha desarrollado una conciencia lingüística notable (p. 151). Sobre las plagas del español dominicano, señala una serie de usos viciados que hacemos los dominicanos y que debemos corregir (p. 293), lo cual no impide que usemos el español “dominicano”, como propuso Henríquez Ureña.
Precisamente, sobre este aspecto Rosario Candelier nos dice: “…Pedro Henríquez Ureña reflexionó sobre el destino de nuestras letras y entendió que debíamos hallar nuestra propia voz, fundados en el hallazgo de la intuición, en nuestro tono distintivo y en la particular estimativa de nuestras esencias, nuestras percepciones y valoraciones para potenciar y promover los más altos valores literarios, estéticos y espirituales de la lengua y la cultura de Hispanoamérica” (p. 115).

QUINTO TEMA: LEXICOGRAFÍA

En el quinto tema el autor hace comentarios lexicográficos sobre los diccionarios de la RAE y de otras proveniencias. Lo hace sobre la última versión del Diccionario de la Real Academia Española, y sobre los otros diccionarios editados recientemente por la RAE: el Diccionario Panhispánico de Dudas, el Diccionario del Estudiante, el Diccionario Práctico y el Diccionario Esencial. También hace comentarios lexicográficos al Diccionario del Español de Nicaragua, de Arellano, y al Diccionario jurídico para médicos de Roberto J. Adames.
Rosario Candelier es un crítico severo del descuido que, en la actualidad, se evidencia en el uso del lenguaje por los dominicanos. Nos dice: “Es una realidad incuestionable que entre los hablantes dominicanos se aprecia un deterioro de la lengua española, como consecuencia de una deficiencia general que engloba a toda la sociedad en la estimación y la aplicación de valores y principios, en la desidia para el cultivo del espíritu, en la indiferencia para las actividades del pensamiento y la creatividad, de manera que el escaso desarrollo de las actividades intelectuales y espirituales se refleja en la lengua misma… La descomposición social que se manifiesta en el comportamiento indigno —mediante hechos delictivos, tráfico y consumo de drogas, corrupción administrativa…—se manifiesta, en el ámbito de la lengua, en la suplantación del buen decir por términos y expresiones vulgares y soeces, entre otras señales de pobreza léxica, impropiedad semántica y torpeza expresiva, que testimonian una baja estima por nuestro sistema lingüístico y consecuentemente por los valores humanísticos y las virtudes superiores del espíritu” (p. 232).
Es una advertencia que debemos tomar en serio para buscar la manera de enfrentar el problema.

SEXTO TEMA: LITERATURA INFANTIL

En el sexto tema el autor trata sobre la literatura para niños y adolescentes. Rosario Candelier enfoca dos casos. En el primero, presenta la obra Signos ortográficos para ti, de Chiara Giuntoli, en el cual la autora reúne las nociones fundamentales de ortografía para que “los interesados puedan satisfacer su curiosidad intelectual al estudiar y consultar un libro de índole gramatical” (p. 157). En el segundo, profundiza sobre “El lenguaje de la literatura infantil. Arte de la poesía y ficción para niños”.
Sobre esto último, Rosario Candelier nos dice: “La literatura escrita para niños tiende un puente para que el infante se asome al mundo imaginario desde la escritura y conecte su capacidad de fabulación con las aventuras imaginarias que habrán de empalmarlo, finalmente, con la misma realidad” (177).
“El niño tiene una fantasía singularmente viva y, en correspondencia con su temple imaginativo, se hunde en la ficción como en sucesos reales, cautivados por las garras de la fabulación a la que se entrega gozosa, lúdica, amorosamente. El creador de textos de poesía y ficción concebidos para niños ha de fundar su obra en esos presupuestos para que su creación satisfaga su cometido final” (p179).

COMENTARIO FINAL

Es importante señalar que en pocas ocasiones, tenemos la oportunidad de leer y examinar un conjunto de estudios que demuestran la importancia de nuestra lengua y la manera en que la usamos (o la atropellamos). Con esta obra se evidencia que la lexicografía no es un tema solamente para estudiosos metidos en habitaciones forradas de libros, sino un hecho palpitante, que nos convoca a participar en un enfrentamiento con una posibilidad perturbadora: la desaparición de la lengua española como la conocemos al día de hoy.


(1). Rosario Candelier, Bruno. El ánfora del lenguaje. Colección “Por las amenas liras” no. 4. Primera edición, 2008. Academia Dominicana de la Lengua. Santo Domingo, República Dominicana.

viernes, 18 de julio de 2008

Sergio Rosa: LOOR A TI, SANTO DOMINGO

¡Loor a ti Santo Domingo!
Ciudad de las categorías filosóficas
y de las vírgenes encarnadas
Ciudad eterna y enantiódromica
Ciudad precisa pero también paradójica
y contradictoria…
¡Loor a ti Santo Domingo!
réplica exacta del edén perdido
callejón sin salida de las pasiones del alma
donde el cientificismo
y el misticismo se conjugan.
¡Loor a ti santo domingo!
eterna mirilla de Eros y dulce lecho de Morfeo
Ciudad pecaminosa y también milagrosa
donde los contrastes son intensos,
las distancias insalvables
y el sentimiento late,
en la íntima soledad de la noche
Retenme ciudad en tu trama
en tu atmósfera soporífera y soñolienta
en tus demoníacas vibraciones
en tu locura y en la sinrazón de tu existencia
sé el medio que por siempre habrá de conducirme
hasta la mujer que amo.
Escríbeme versos con cada acto de mi vida
que en ti se diluye inútilmente;
después… enséñame el poema completo de la vida.
Nunca me lances a las antípodas
porque quiero que mi cuerpo
descanse sensualmente
en tu naturaleza desnuda;
y en esa tu indómita cólera
nunca vomites a mi cuerpo
de tu amorosa entraña
porque quiero volver
a respirar la alegría de tus parques infantiles
aunque al embarcarme
por las turbias aguas del Ozama,
me invada de nuevo
la miseria que respira la Ciénaga


.


jueves, 17 de julio de 2008

Rosalina Benjamín: POEMAS

CARNADA PARA EL MIEDO

Hoy
mi sangre es una puerta
abierta a lo terrible
un carnaval de páginas rotas
algo brutal surge
en las espaciosas jaulas de mis poros
¿Quieres venir conmigo
a alborotar el silencio de los buitres?

JUEGO DE VAMPIROS

Mis ojos desde ti
son un temblor de pájaros sombríos
de repente sed
que castiga el desierto de tu rostro
de pronto raíz
de la sangre que te salva

Mis ojos cuando exudan
sus sacras tinieblas en tu cuello
son el esperma del sol
fecundando con sadismo tu ataúd.

LA TERCERA CAIDA

Y otra vez
me clavas una lanza en las costillas
y de nuevo con tus gritos
desenredas mis pasos hacia las sombras
y alguien intenta enjugarme
la muerte del rostro
con su llanto
Y me atrapa en su blancura de lino
y alguien huye
y alguien duda

Cubrirás con mi sangre toda la luz
y desnudarás tu miedo aquí a mis plantas
pero ya no vuelan los halcones a tu brazo
ahora estás solo
solo
ahora la noche comienza su ritual de aullidos.


FIEBRE DE INFINITO

Estabas ahí
aquel silencio azul
era el presagio de tu voz
aquellos pétalos de luz
salían volando de tus manos
eras tú
esa fiebre de infinito por todas partes
aquel círculo de fuego
extendiéndonos el alma
aquella mirada amante
que ya no cabía en nuestros ojos
ni en la noche
que estallaba los cierres al horizonte
venía de ti
cada susurro
y yo abrí todas las puertas
y el universo entró por cada una
eras Tú!
desde entonces siempre hay cantos
voces, luces y colores resonando
desde entonces
hay gloriosos temblores en la casa

.

martes, 15 de julio de 2008

Berniza Milagros Calderón: POEMAS

ORIGEN DE LA LLUVIA

Estoy empapada del llanto
de las nubes de lágrimas
que caen como alfileres densos
y no sé lo que pasa
¿Será mi Dios llorando
o peinando entre azules
su larga cabellera?

HAY UNOS DIAS TRISTES

Hay unos días tristes
grises y sórdidos
en los que yo no importo.

Y sueño sola y río
mirando el universo
desvelando sus días
que nunca duermen.

Hay unos días tristes
solos y sórdidos
en la estación del tiempo
que vive aletargada
y somnolienta

SOY COMO TODOS

Fui y soy como todos
la mancha desnuda en la sábana blanca
la sombra imperfecta sobreimpresa de Dios
bastón que se deshace
al paso de los días
camino envejecido de tanto transitar

Soy Judas
beso escarnecido
orillas fangosas
pantano ensimismado.
Soy Pedro florido en maleza
que reniega el verbo hecho carne
temeroso corazón falaz en sus entrañas

Soy hija Nacida del padre
inseparable reflejo de su amor eternal
transfigurada a mis días
pecado virginal que se asoma inherente
a la carne y el polvo

MI CORAZON A SU MUERTE

A la luz de la cruz
de las iluminadas piedras del calvario
extraño el Todo
que se contuvo en la nada.

Un latido asustado
desdoblado a mi oído
musitó con dos sílabas
que todo un corazón ha muerto

Extraño el Todo
que se contuvo en la nada
y así, desnudo mi corazón espera
el intenso candor que ha de resurgir
en el único instante
donde el Todo
se alejó de mi corazón
y la Luz majestuosa se ocultó
en el sepulcro de aurora

.

lunes, 14 de julio de 2008

Melania Emeterio Rondón: POEMAS


ARROBADA INOCENCIA

Con los encajes de blanca espuma
hizo flores el mar
y yo, yo inocente y confundida
quise con candor abrazarme a las espumas.

Era un mar de sal, de furia y de embrujo
Me acerqué presurosa a sus encajes
y al instante ya era yo una flor de mar.

VIENTRE DESNUDO

Al pie de la escalera,
Petrificada como un
un escarabajo atrapado
en la resina

Siento a mi alrededor
un mundo crudo y desnudo,
veo luciérnagas
que tristemente danzan
como fantasmas emergidos
del río insonoro del olvido.

Languidece mi corazón en esta hora
de eternidad y de miedo
Busco en torno a mi y solo encuentro
un otoño gris escondido
entre mi vientre desnudo

FANTASMAS DEL MIEDO

Deja que mis manos ansiosas
dibujen con sangre en el aire
el fantasma de esas noches
tristes y desoladas
.Mírame temblar de espanto
cual Eva sorprendida
en las noches lúgubres
de infinitas tinieblas
y lánzame
a los abismos, allí
donde solo pueblan bandadas de
Pájaros esparciendo cenizas
Como esparcir yo quisiera
los fantasmas del miedo

CAMINAR DE ESPERANZAS

Desde la penumbra de lo incierto
guío mis pasos hacia el oculto cielo
¡Oh! Vuelo audaz de mariposas vírgenes
trázame tú la ruta de este camino angosto
Que aunque caiga mil veces
Y temor tenga
de levantarme luego
nada importa si al fin, por fin
abrevaré por siempre en el valle aquel
donde la gloria es azul
y el verde es eterno.

ENTRETEJIENDO SUEÑOS

En una noche de lluvia y de tormenta,
te vi aparecer entre las hojas
que temblorosa se abrían a tu paso
Era un viento voraz, feroz e implacable.

Frente al follaje verde e indefenso
el viento hacia temblar
los más minúsculos retoños
y en medio del temor y el desatino,
un relámpago ví
iluminando tu figura.
Eras tú, yo se que eras tú,

Estabas ensopado por el agua
que inundaba tus pestañas
Tu pelo hecho rizos ensortijados
descubrían tu faz de óvalo perfecto
dejando así tus ojos al descubierto

Si, eran dos luces, dos estrellas
bordeando la tiniebla de una noche imposible.

Eras tú, yo se que eras tú
Venías a buscarme en una noche equivocada,
noche de quimeras y de absurdos
venías con tus mano cargadas de alhelí
mis flores preferidas
Y yo salí a tu encuentro con el alma.
¡Que alegría!
Mi corazón jamás podrá describir aquel instante.

Te esperaba tanto,
tanto te idealicé en la distancia
mas, al momento de abrazarte,
quedáronse otra vez mis brazos tan vacíos
que me abracé a mi misma enloquecida
en un esfuerzo por tenerte y retenerte
al ver tu imagen desaparecer
envuelta en un relámpago

Como una realidad te vi llegar,
Y como una estrella
mas que fugaz te disipaste
Y yo quedé allí como Penélope
Tejiendo y entretejiendo así mis sueños
.

miércoles, 9 de julio de 2008

IMÁGENES DEL ATENEO INSULAR INTERNACIONAL

Anyelina Villanueva: POEMAS


YO ANOCHEZCO

Yo sé de la noche y con ella soy
anochezco entre bocanadas de alegría y terror
y me lastimo las garras con mis lágrimas
y mi saliva de mujer
extremadamente arruinada
baba que sostiene el dolor de esta novela
emancipada en papeles mutilados
revoltijo de arrugas y canas
de poeta que anochece en su vuelo vertical
con ruido de guerra
luz de insomnio
cansancio de mar

.
.

UNAS VECES ME PREFIERO SOLA

Unas veces me prefiero sola
con mis cosas, mis libros
mi música, mis cilindrínes, unas hierbas
un sofá, una mesa, tintas, lienzos, vino
mis manos, mis pies

Yo absoluta masa material
intentando lo absoluto en la palabra y mi presente
con pintura en los labios
quizás algo con vida,
quizás unas libélulas, mariposas y mantis
una que otras flores que no marchiten nunca,
dos peces coloreados
un mar que me sumerja y no me ahogue nunca

Unas veces me prefiero sola
con las voces que me gritan ermitaña
con el paladar truncado por el palpito mortal
con unos versos enérgicos de esos que envuelven almas
y la transporta por senderos lúdicos, mitológicos
que hasta hacen alucinar a los más lúcidos
viendo el amanecer tan efímero como siempre es
el atardecer igual, corto, tan corto
que la iris se nubla antes de apreciarlo,
me imploro un poco de armonía
de aquella que me embarga a tu lado
cuando la luz
se hace brecha y las puertas no tienen cerrojo
cuando el viento es energía que contamina con tu olor
así muchas veces me prefiero...

.
.

©2006 Ay Villanueva

Minerva Hernández: POEMAS


SILENCIO DE LA NOCHE

Mis pies rugen por el camino
como las hojas secas
el sendero de mi noche
está cubierto por las sombras

El alma como las hojas del riachuelo
se deja conducir
un derecho, un reves
toda mojada
y la quietud de mi silencio se va
con el canto de los pájaros
.
.

LUNA

Copo de blancura
rodeada de luz
la oscuridad
se rinde a tus pies
.
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NOCTURNO

La quietud de la noche
marca mi aurora
y del silencio
surge una melodìa
que entonan
los guardianes de la noche,
gritos alados,
dulces presagios,
monotonos cantos
de grandes aullidos

Rompen mi silencio
e inquietan mi espíritu

RECUERDOS

El crepusculo
oculta los dolores
que gota a gota
cayeron del rocío

Los trajo cabalgando
la gran noche
cargada de presagios
y de olvidos.

Con olas de recuerdos
volando como gaviotas
nubes henchidas
de imàgenes del pasado

Y el corazòn cargado
como el viento
con deseos de vivirlos
oscila entre dejarlos
o extinguirlos

.
.